BLANCANIEVES ES ALGUIEN QUE TRAJINA DESDE LA MAÑANA A LA NOCHE (Del buen uso de los cuentos)

 

 

Aquí está la carta de una madre que no tiene propiamente un problema, pero que está muy intrigada por el comportamiento de su hija de cinco años y medio.

 

¡Pues yo creo que ahí sí hay un problema!

 

La niña tiene una hermana de catorce años. La madre no trabaja. El marido se ocupa bastante de la hija “pero no demasiado”, según escribe esta señora. La chica va al jardín de infantes desde los dos años y medio y la madre precisa que se aburre mucho en él”.

 

Pero ¿por qué mandar a un niño al jardín de infantes si allí se aburre?

 

Aparentemente fue ella misma quien quiso ir pero se desilusionó mucho al darse cuenta de que en el jardín de infantes no estaba con su hermana. Debe de haber pensado que yendo también a la escuela podría encontrar en ella a la hermana mayor. Bueno, lo que ocurre es lo siguiente: oye muchos discos y relatos que le cuentan. Es digamos, “completamente normal” y se conduce como una niña de su edad, sólo que está profundamente fascinada por el cuento de Blancanieves. La madre escribe: “Lo está hasta un punto tal que, desde hace dos años, oye el disco aproximadamente dos veces al día”. La propia madre debe leerle el cuento constantemente en todas las versiones, la de Disney, la de Grimm, etc. “Claro está que con mi ayuda, pudo hacer una copia del vestido de Blancanieves. También querría teñirse los cabellos de negro. No tiene zapatos de tacones altos, pero habla con frecuenta de ellos porque le gustaría tenerlos. Y cuando durante la lectura llegamos al momento en que el príncipe encantador despierta a Blancanieves con un besos, como en La bella durmiente del bosque, sus ojos expresan un arrebato total”. La madre aclara que la chica es bastante linda pero en la casa no se la alaba durante todo el día, y ella misma, la madre, ha pedido que no se le hagan demasiados cumplimientos.¿Cree usted que la chica está fascinada porque Blancanieves es bonita en los cuentos? ¿Qué significa su actitud? La madre, por ejemplo, leyó en el libro de Bruno Bettelheim sobre el Psicoanálisis de los cuentos de hadas [París, Laffont, 1940] todo lo que se refiere a Blancanieves, pero no le parece que corresponda a lo que le ocurre a su hija.

 

De todas maneras, cualquiera sea la atracción que un niño experimenta por un héroe –y Blancanieves es una heroína- los padres pueden utilizarse para ayudarlo a que se desarrolle. Pero en este caso, en cambio, la niña está fijada en algo que es lo imaginario, en una especie de éxtasis. Y en última instancia, no se desarrolla en modo alguno, continúa siendo la niña que la sola hace las preguntas y da las respuestas, una niña que vive completamente sola. Ahora bien, hay algo que la madre no dice: si también le ha confeccionado enanitos…puesto que parece una mujer que dispone de tiempo.

 

En todo caso ha confeccionado el vestido.

 

Sí, precisamente. Y en realidad no es muy difícil poner tacones a los zapatos de la chica (se les puede agregar rodajas de cuero para que parezcan tacones). Y también podría encontrar alguna vieja peluca, ¿por qué no? A los chicos les gusta disfrazarse. Pero ¿y los enanos? Esta pequeña finge ser Blancanieves, muy bien, pero Blancanieves es alguien que trajina de la mañana a la noche ¿No es así? Hace las camas, confecciona mantas para los enanitos con cuadros de todos los colores, barre la casa, canta, etc. Justamente porque tenía una madre malvada, Blancanieves se escapó, pero se salvó de aquella situación sólo para convertirse en una madre de los siete enanitos ¡Y bien sabe Dios cuánto se ocupaba de ellos! ¡Es una madre y ama de casa extraordinaria! Pues bien, ¿sabe esta pequeña conducirse como una madre y ama de casa? Que se disfrace de Blancanieves, muy bien, pero que también limpie las legumbres, que guise y que diga que su madre, su hermana, en fin, todos los miembros de su familia son sus enanitos y que ella se ocupará de ellos. Por los menos…

 

Creo que entonces va a cambiar de cuento. ¡Se convertirá en La bella durmiente del bosque!

 

Hay que servirse de los cuentos para que el niño desarrolle la inteligencia en la realidad. Esta niña se evade a un mundo imaginario y la madre sencillamente se presta a ese juego. Pero debería hacer otra cosa. ¿Por qué no servirse del héroe para hacer que el niño se identifique con él en la realidad, no sólo en un mundo imaginario? Ahora bien, Blancanieves es realmente ama de casa, es el tipo contrario al ideal del Movimiento de Liberación de la Mujer, ¿no es cierto? Y Blancanieves es realmente un buen modelo que puede ayudar a la niña a desarrollarse. Que la madre le muestre mediante dibujos todo lo que Blancanieves hace en la casa; que le muestre que los enanos también trabajan y que cuando regresan todo está bien hecho, todo está preparado. Es menester que la niña se identifique con las actividades de Blancanieves y no sólo con su vestido, con su belleza y con su soledad, como parece ser el caso aquí. En esta niña hay algo que me inquieta: ese fastidio, esa evasión únicamente en un mundo imaginario en el que ella se habla a sí misma, esa nulidad en los quehaceres domésticos, esa pasividad en la escuela y en la casa, perdida continuamente en su sueño, esperando a un hipotético príncipe encantador para extasiarse.

 

Pero en general, cuando se cuenta una historia, una leyenda o un cuento de hadas a un niño, ¿hay que insistir en el hecho de que se trata sólo de algo imaginario?

 

Aquí no se trata de “hay que”.

 

Entonces, ¿qué es lo deseable?

 

Digo que cuando un niño admira a un héroe, debe identificarse con él, no sólo en pensamientos, sino también en actividades. Ser Robin Hood, por ejemplo: a muchos chicos les gusta disfrazarse de Robin Hood. ¿Y por qué no? Buenos, pero que se les enseñe también a tener buena puntería. Eso no es difícil. Se hace un buen blanco y se apunta a él cada vez desde mas lejos con una flecha que no sea peligrosa (ahora se pueden confeccionar pequeñas flechas caseras con pasta de modelar puesta en el extremo de un lápiz). “Si eres Robin Hood, sabrás también manejar bien el arco.” ¿No es cierto? Y luego el chico tendrá la destreza, la acrobacia de Robin Hood que salva muchachas de los malvados, etc.

 

En suma, que el cuento no sea una mera historia en el aire, que está solo en la cabeza. Todo lo que haga el niño debe tener por objeto su desarrollo, es decir, sacarlo de su impotencia para hacerlo diestro en la realidad tomando el ejemplo de su héroe. Ahora bien, en estos cuentos, si los héroes son seres imaginarios, son también seres ejemplares que desarrollaron su cuerpo y son hábiles y eficientes. A eso deben tender los niños: aplicarse en la realidad de su ser social para desarrollar las cualidades del héroe o de la heroína que admiran.